Escuchar audiolibros, ¡también es leer! (Otra forma de aprender virtualmente)

Muchos de nosotros podemos llegar a considerar a la lectura un proceso complejo y quizá hasta para algunos como "tedioso". Pero, ¿qué harían si les dijera que podemos innovar en la realización de esta práctica sin la necesidad de cansar nuestra vista? ¡Veamos a que me refiero!

¿Qué es un audiolibro?

Podemos entender un audiolibro como una grabación sonora del texto de un libro (RAE, 2020). Es decir, es la versión de un libro en la que un narrador pone la voz al texto que está leyendo, aunque también existen versiones en las que las narraciones están hechas por un programa informático.

Incluso existen grabaciones de audiolibros interpretadas con efectos de sonido en donde intervienen varios narradores para distinguir a cada uno de los personajes. Es una versión más «teatralizada», como ocurre con los cuentacuentos.

Al igual que ocurre con los libros electrónicos o ebooks, los audiolibros también disponen de varios formatos que facilitan su acceso en cualquier lugar como, por ejemplo, el MP3, el Pódcast o CD.

¿Pero es lo mismo escuchar que leer un libro? ¿Nuestro cerebro procesa igual la información? ¿Hay determinados formatos que pueden entrarnos mejor “por el oído” que otros? Hemos hablado con varios expertos para resolver estas dudas.

LA CAPACIDAD DE ATENCIÓN AL LEER

Desde un punto de vista académico, todos sabemos que leer un libro en papel o en pantallas no es lo mismo que escuchar un audiolibro, pero no dejan de ser diferentes caminos que nos llevan a un mismo destino. Cada formato crea y genera unas experiencias lectoras, recuerdos y emociones complementarias.  (Canto,2019)


La diferencia entre ambos es que con el sistema visual podemos dedicar la atención y el tiempo a los diferentes fragmentos de una manera más guiada. En cambio, el sistema auditivo nos ayuda a percibir sobre todo el habla, un discurso que suele ser más corto y conciso que el de un texto escrito

Así, audiolibros tipo novela, donde los diálogos entre personajes emulan el habla, nos son mucho más fáciles. Pero entender un ensayo o un texto científico tan solo escuchándolo puede ser más complicado. Y esto ocurre porque nuestra memoria de trabajo debe estar más alerta.  Es la que nos ayuda a mantener la información presente (por ejemplo recordar un número de teléfono que no has podido apuntar) durante un tiempo.
Nos tenemos que esforzar más para mantener la atención.

En este contexto, denigrar la lectura en pantallas o la escucha de audiolibros es contraproducente para el mundo del libro dado que estos formatos pueden ayudar al sector a recuperar lectores o hasta crear nuevas audiencias. Lo importante es leer, independientemente del formato (libro en papel, ebooks y audiolibros).

Tomado de: A. (2017, 1 octubre). Audiolibros: todo lo que debes de saber #infografia #infographic. TICs y Formación. https://ticsyformacion.com/2017/10/01/audiolibros-lo-debes-saber-infografia-infographic/



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